Fenómeno de El Niño en la costa norte del Perú

Abstract

El presente estudio se realizó para los fines de los planes de acción y planificación de actividades socio-económicas en la costa norte del Perú ante un eventual Fenómeno El Niño 91-92, lo que permitirá también minimizar los impactos climáticos en la región. Se presentan las condiciones atmosféricas y oceánicas para los eventos “El Niño “que se registraron en 1891, 1925, 1957-1958, 1972-1973, 1982-1983, 1986-1987 y 82-1983. El Niño 1925 con una magnitud intensa, se caracterizó por las altas anomalías en la Temperatura Superficial del Mar - TSM (zona oriental del Pacífico/costa central del Perú) que varió entre 4.0 °C y 7.0 °C sobre lo normal y temperatura del aire que alcanzó hasta 7.0 °C superior a su temperatura media en Trujillo (Costa norte del Perú) y una precipitación en esta misma zona, cerca de los 400 mm, en el mes de marzo. Esta región se caracteriza por ser una zona desértica, semicálida con deficiencia de lluvias. ”El Niño” 82-83, fue de una magnitud extraordinaria dado que en Piura las precipitaciones superaron el 15,000 % en abril de 1983 y en Lambayeque el 1,080 % en el mes de marzo. Las anomalías positivas de la TSM, frente a la región nor-oeste del Perú, se observaron núcleos de 11.0 °C (mayo 83), por el contrario, en el Altiplano (zona sur del Perú), se registraron deficiencias de precipitación y déficits hídricos. Los balances hídricos, muestran en El Niño, el enorme volumen de agua de escorrentía, especialmente en Tumbes y Piura los cuales provocaron inundaciones y erosión. Respecto a la actual diagnosis de “El Niño”, el Índice de la Oscilación del Sur (IOS), presenta una tendencia de valores negativos desde mayo de 1990, los índices de la emisión de radiación de onda larga, las anomalías de la TSM, el comportamiento de los vientos del este y oeste sobre el pacífico, la ocurrencia de ondas kelvin, la profundización de la termoclina, las anomalías de temperaturas y la presión atmosférica, las señales atmosféricas en la región central de Chile, así como las perturbaciones atmosféricas a escala regional y mundial que se vienen observando en setiembre de 1991 y los índices atmosféricos y oceánicos constituyen un escenario favorable para la ocurrencia de un evento cálido de ligera a moderada intensidad, cuya manifestación se prevé en la estación de verano 1992 (hemisferio sur) con precipitaciones sobre lo normal en la zona de estudio.